El compromiso del amor es permanecer
el amor regalo de dios
El amor es celebrado en todas las partes del globo terráqueo. Te invito a celebrarlo conmigo. Nos gusta amar y sentir que nos aman. Ciertamente el amor es un regalo de Dios a la humanidad. El motivo de este regalo es que Dios es amor. La Escritura declara que Dios es amor (1 Juan 8.4). También expresa que el que no ama no ha conocido a Dios, y no es de Dios. Dios desea que recibas su regalo.
Es de todos conocido que el universo fue creado por la Palabra de Dios. Él dijo: Hágase y fue hecho. Sin embargo, a diferencia de todo el resto de la creación Dios creó a la primera pareja en forma única. ¿Por qué puedo decirlo? Porque formó al hombre y la mujer con sus propias manos. Lo formo con los más excelentes elementos de la tierra. Los creó a su imagen y semejanza (Génesis 1.27; 2.7). Por ello Dios ama a su máxima creación: el ser humano. Tú y yo. Dios se comprometió a amarnos.
Así que el amor es un atributo de Dios impartido al ser humano al inicio de su creación. No podemos escapar de él. Ésta es la razón por la que el amor es necesario para la vida humana. Adan participó de inmediato del amor y cuidado de Dios. Por amor a Adan le trajo una ayuda idónea para que nunca se sintiera solo. Adán se comprometió con Eva de inmediato que fue presentada a él por el mismo Dios (Génesis 2.23,24).
la resiliencia es la marca del amor
El amor tiene dos marcas muy particulares que son la permanencia y la resiliencia. La permanencia es el cemento que une las relaciones. Sin embargo, el amor es probado. Lo primero que se le requirió a la primera pareja fue permanecer fieles a Dios. La permanencia se logra con el compromiso, la confianza y la resistencia. La resiliencia es el resultado del cultivo del amor. La fidelidad entre una pareja cuesta esfuerzo y dedicación.
Cada día se comprueba que el compromiso es una palabra que está en desuso en el mundo contemporáneo. A menudo se usa para las transacciones comerciales porque existen intereses materiales. Pero, aunque parezca anticuado, el matrimonio es un compromiso de amor. Es también, un pacto legal que se establece para vivir con la persona que amamos “hasta que la muerte nos separe”. Vale la pena cuando decides comprometerte a amar.
No obstante, debido (en muchas ocasiones) a la falta de compromiso, el matrimonio se anula cada vez con mayor frecuencia. Muchos jóvenes en nuestros días han optado por vivir en “pareja”. Esto les “alivia” el peso del compromiso. Les provee un sentimiento falso de libertad. Cuando las cosas no resultan como esperaban pueden escapar de inmediato. Esta falta de compromiso no se parece en nada al verdadero amor. Donde no hay resistencia el amor no existe. Te invito a resistir.
Amar es una decisión. Esta decisión conlleva responsabilidad. No establece condiciones. Para que una familia permanezca deberá cada miembro tomar la decisión de amar incondicionalmente. El amor no destruye, construye. No mata, restaura. No separa, une. Decide construir. Decide restaurar. Decide unir. Decide amar. El amor tiene la cualidad de ser resiliente. La resiliencia es la capacidad de sobreponernos a las situaciones adversas.
el amor perfecto
La descripción más perfecta del amor fue escrita por el apóstol Pablo y se encuentra en el capítulo 13 en la primera carta a los Corintios. Esta es la perfecta descripción de lo que es el amor. Sin embargo, nunca se comparará con el amor infinito de Jesucristo el Hijo de Dios . Él mostró su perfecto amor al darse en la cruz por salvarnos a todos a pesar de que no lo merecemos. Jesucristo es el perfecto amor que tiene el poder de dirigir la vida humana al amor comprometido. El pegamento para solidificar la vida conyugal y familiar se encuentra en Jesucristo.
Les presento mi poema sobre el amor matrimonial. Un regalo para los que celebran el amor conyugal como un regalo de Dios que excede por mucho al amor eros. Se intitula: Te digo que te amaré.
Te digo que te amaré
Como te he amado, mi cielo,
desde un tiempo de ilusión,
cuando juntos caminamos
de la mano muy unidos.
Mis ojos en los tuyos perdidos
no mirando los abrojos
ni piedras en el camino.
Pensando en ti no dormía.
Al no verte, entristecía.
En ti, defecto no había,
certeza del tiempo perdía.
Al tiempo, nos arropó
los lazos del compromiso,
y un dulce deseo surgió
para siempre estar contigo,
serenamente abrazarte,
y establecer nuestro nido.
El tiempo de compartir
los planes, las ilusiones,
nuestros recursos habidos
y disfrutar nuestros dones.
Llegó el tiempo de criar,
para reír entre niños
que corren, gritan y juegan
y de delicias nos llenan.
Mientras, las sorpresas llegan.
Nadie espera lo que pasa.
Jesús en su infinita gracia
de sabiduría nos llena
porque en ellos nos entrega
el fruto de nuestro amor.
Te amaré en la tempestad
donde momentos oscuros
nos quieren debilitar.
Mas conectados en Dios,
nuestro amor,
sobrepasa cada día,
el coraje y el dolor;
pues la luz de un nuevo día
trae con él la esperanza,
con ella Jesús nos abraza
y hecha afuera el temor.
En tiempo de la escasez,
te digo que te amaré.
y esperaremos con fe
de Su mano la abundancia.
Jesús nos llamó para ser
de la vida mayordomos
que Él nos entregó todo
para compartir con fe.
Te amaré aun todavía
en tiempo de grato descanso
donde contigo le canto
al Dios que bendito ha estado
con su bien desparramado
y el silbido apacible
de su Espíritu que calma
afán de la vida, y todo.
Continuaré amándote al tiempo
que al crepúsculo contemplo,
y muy cercano percibo
de la aurora el reflejo.
Quizás solo queda uno,
y aqueste humano dolor,
se esfumará poco a poco,
cubierto por la esperanza
que nos dejó el Salvador.
Mientras tanto, te amaré,
proclamando la grandeza
de Aquél que nos amó tanto,
Que sufrió nuestros dolores
y nos llenó con amores
para darlo al quebrantado
y mostrarle que en Su cruz,
para ellos hay perdón.
Te digo que te amaré.
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