Confia en Jesucristo
La sabiduría multiplicará tus días y dará más años a tu vida. Proverbios 9.11
La ansiedad se inicia en la mente
Jesucristo es la sabiduría personificada. Aunque vivamos una corta vida Él desea que nuestros días sean buenos y placenteros. Por eso sus discípulos oyeron de su boca según el evangelio de Mateo: «Por tanto no os afanéis por vuestra vida, que comeréis, ni por el cuerpo, que vestiréis. La vida es más que la comida y el cuerpo que el vestido». «Mas buscad el reino de Dios y todas estas cosas os serán añadidas» (6.25,35).
La ansiedad es como un rio que tiene varios afluentes. Nuestra calidad de vida depende de la sabiduría que tengamos en identificar y contener los diferentes canales de donde fluye nuestra ansiedad.
La ansiedad se inicia en la mente. Nos detenemos demasiado tiempo en aquellas cosas que no están bajo nuestro control. Por alguna razón también, lo hacemos sobre aquello que de alguna manera «controlamos».
Confiar es la solución perfecta para nuestra ansiedad. ¿Pero confiar en quién? Lo que no tiene vida no puede ayudarnos. En ocasiones los que nos aman y quienes amamos no logran hacerlo. Pero Jesucristo, el dador de la vida, dice que echemos toda nuestra ansiedad sobre él. Nos exhorta a confiar hasta ver su milagro en nuestra circunstancia y podamos descansar.
Detente y medita
Detenerte a escribir y a meditar sobre lo que te acontece puede traer a tu vida la paz para esperar. Acostumbro a hacerme una lista de preguntas que tal vez si las contestas te pueden beneficiar (a mí me han ayudado en múltiples situaciones):
- ¿Qué cosa realmente es lo que me preocupa? ¿Qué ha provocado esta situación?
- ¿Qué he hecho o estoy haciendo que empeore o se mantenga constante?
- ¿Cuáles circunstancias alrededor están contribuyendo?
- ¿Puedo identificar mi preocupación o inquietud en forma concreta?
- ¿Cuáles son mis puntos débiles, más sensibles? ¿Puedo trabajar con ellos?
- ¿Cuáles son las alternativas? ¿Cómo puedo arreglarlo? ¿Está en mis manos?
Creemos que la vida debe ser ordenada y perfecta pero nosotros no lo somos. Somos humanos e imperfectos. Lo maravilloso de todo es que Jesús nos ofrece la sabiduría para lidiar con nuestra ansiedad.
Acude a Él
Acude a Él en oración. Permite que Él te examine. Comunicale tus preocupaciones y tus más íntimos anhelos. Descansa en Él. Espera de Él una respuesta.
¿De qué forma o manera te presentará su respuesta? No lo sabemos. Pero recuerda que su respuesta viene acompañada de responsabilidad.
Sí, la responsabilidad y actitud que asumimos ante la situación. Me refiero a la obediencia y perseverancia al tomar el camino correcto o necesario. Él es el único que tiene el poder para ofrecer reposo a tu vida.
0 comentarios